En el vistazo matutino, veo que hoy del exterior, las dos grandes noticias son que el Papa Paco sigue siendo el único que intenta ver y enfrentarse a los problemas donde los hay, incluso reconoció y admitió que el Vaticano también hay corrupción y que lucha contra ella, y busca la hermandad visitando mezquitas. La otra noticia es que en eso que llaman “la Cumbre del Clima” intentan bajar la temperatura un pelín. A ver si lo consiguen porque la cosa está que arde.
En lo nacional, el gran tema es si don Mariano hace bien en delegar en la Pequeña Coronela (don Manuel Alcántara dixit) o debe ir a esos debates que no sirven más que para mostrar las miserias de los candidatos. Allá él
En terrenos de la taifa de doña Susana, el señor Moreno quiere entrar en el grupo qué, dicen, va a reformar el impuesto de sucesiones. Sí, ese que hace que te escuernes para tener tu casa y después, cuando palmas, para que la disfruten tus hijos tienen que volver a comprársela a la Junta, a la que has estado pagando toda la vida, o al ayuntamiento que ha cobrado IBIs cada año. No me creo vayan a soltar este chollo.
Ahora lo del móvil y la educación. Creo que estamos de acuerdo en que la educación está bajo mínimos. Ahora bien, echarle toda la culpa a la juventud es algo injusto, los adultos también tenemos nuestros puntos negros.
Ayer estuve en lo que yo creía era simplemente un recital, pero al llegar vi que estaba patrocinado por una asociación de esas benéficas y para una buena causa. Hasta aquí todo bien, pero… los organizadores y organizadoras, por aquello de estar, según ellos, exentos de cumplir las normas, estuvieron “toda” la función entrando, saliendo, alguna incuso contestando al teléfono sin el menor rubor. Cómo es natural, también invadiendo la zona acotada del ante-escenario para hacerse fotos, también naturalmente, con los concejales estrella buscadores de fotos reglamentarios, y prestando la mínima atención a la artista que era el reclamo.
Todo entra en capítulo de la mala educación y la falta de respeto y ahí, el móvil cobra una importancia especial. A pesar de qué, por los altavoces se emitió el aviso de la prohibición de tomar fotos o videos de la actuación y se reiteró “poner el móvil en silencio”, las pantallitas iluminadas eran visibles en todo el patio de butacas. Para que la cosa fuera más sangrante, las fotos y sus clics sonaban a gogó. Todo un ejercicio de mala educación de unos ¿organizadores? que estaban más pendientes de perpetuarse ellos, que de otra cosa y que por cierto habían conseguido sólo algo más de un centenar de espectadores, a pesar de la calidad de la artista.
Cómo habréis observado, por respeto al buen fin del evento, no pongo nombres, pero esto es sólo “una muestra más de por donde andamos en cuestión de respeto a las normas de la educación”. Eso sí, ellos tan felices, pero este que escribe, antes de volver a ir a un espectáculo de estos, manejado por alguna institución se lo va a pensar, aunque a ellos en su soberbia, les importe un rábano, pero es mi derecho a decidir y a escoger.
He terminado con esto, y antes de irme, la noticia de que el Málaga C.F. va a estar en manos de un bufete de abogados. Lo ha decidido el jeque-jefe. Eso, que les apliquen el Código Venial.
Hasta la vista. Pepeprado