Vamos con el día de hoy, que aparte de los coletazos de la Lotería, va de terroristas y sus p…. madres.
Por lo visto, al sospechoso de la matanza de Berlín, han podido cogerlo, pero muerto. Ha sido en Milán, donde ha tenido una refriega a tiros con la policía, de la que ha salido fiambre. Menos mal, porque podía haber sido al revés.
En Alemania, se han puesto las pilas, han detenido a dos hermanos que iban a atentar en un centro comercial. Otra vez menos mal.
Pero, como paradigma de lo que está pasando, es lo que ha habido aquí. Detuvieron a un ex GAL que pensaba ‘inmolarse’, que es una cosa muy pretenciosa, pero llevándose por delante como mínimo a un autobús entero, en Segovia, y todo eso ‘en nombre de Alá’.
Esto, parece una cosa más de estos tiempos, pero si miramos el asunto, este asesino, ya mató a una persona hace 32 años. Cuando lo trincaron, le echaron cerca de treinta años de trullo, pero a los diez o doce, estaba en la calle. Después, sus fechorías, incluido un tema de ‘violencia de género’ que es lo único que ahora llama la atención, pero sin mayores consecuencias… para él. En el entretanto, sus paseos por psiquiátricos y hospitales ha sido continuo, pero siempre lo han soltado porque estaba ¡reinsertado! Otra vez, menos mal, que la Policía y la Guardia Civil siguen estando al quite, porque este tío la pensaba liar ya mismo.
¿Por qué ocurre esto? Entre otras cosas, porque nos hemos vuelto un país tan garantista, tan preocupados por el que dirán otras naciones, tan, en resumen gilipuertas legales, que ni siquiera cuando un tío te está apuntando a la cabeza con una magnum, se le puede decir nada para no violar sus derechos. Aquí, cualquier berenjena de estos, auxiliados por algunos abogados que ya, yá, puede hacer de su capa un sayo y de la nuestra unos harapos. El asunto ese, tan bonito, tan pastueño y tan primoroso de la reinserción, sirve para que los matarifes estén en la calle a los tres días de su última matanza. Mientras, los derechos de los ciudadanos y ciudadanas de a pie, parece que importan poco. Resultado de dar poco la lata. Ya veremos como a este, con un par de años de residencia hospitalaria lo vuelven a dejar en la calle, entonces hará algún estropicio y simplemente buscaran a algún celador del hospital o al guardia de servicio para echarles la culpa, pero nunca al sistema que los pone en la calle impunemente.
Eso sí, para esos ciudadanos de a pie de los que hablaba, si hay vigilancia extrema. Ya, ha avisado hacienda que va a vigilar las posibles devoluciones por la clausulas suelo, no para proteger a los damnificados de los bancos, sino “para cobrar su parte».
Todo esto, creo que particularmente en Málaga, va a preocupar poco. La policía va a poner más bolardos y mega floreros para en lo posible prevenir cualquier borricada de estas, previsible por parte de algún imitador local con ganas de gloria. Pero, lo más importante, lo que tiene al personal pendiente de un hilo, es la dimisión del entrenador y su controversia con el amo del Málaga. Eso sí que es terrible.
Antes de irme, he visto otra forma de colaboración con el terrorismo cultural. A los imbéciles que ayer la liaron con el desembarco de droga y los kalashnikovs, ya se les está haciendo propaganda y los medios locales incluso difunden su video para que tengan su momento de gloria. Un asco.
Hasta mañana, Pepeprado