Vuelta a la normalidad, o eso espero, aunque aquí la normalidad es algo raro.
Del exterior en Sri Lanka siguen contando muertos, y aquí ninguno de los partidos que lloran y se alteran ante la muerte de alguno de otra religión, no dicen ni pio ante estos casi un centenar de muertos, porque… eran cristianos. A estos se les puede matar. Hoy lo que pita son las elecciones en Ucrania donde ha salido un actor con el 75% de los votos. Aquí hay quienes están buscando un artista para ponerlo al frente, pero tranquilos, esta mañana oí que Zelensky ha arrasado “porque no tiene ninguna ideología”. Aquí, todos nuestros artistas tienen una ideología, todos la misma, así que no hay color. Por cierto, en Rusia andan como locos, porque ya no pueden decir del Presidente ucraniano que es fascista, este es judío, lo que se da de hostias con la ideología.
Aquí, dentro de esa normalidad está que Adif vuelve a la huelga, y sigue teniendo más averías que un coche viejo. Lo peor es que hoy en doña RosaMMTV hay un debate, y mañana otro en A3, lo que significa que estos dos días van a ser televisivamente infumables. De los políticos, lo de siempre, a la señorita Arrimadas la siguen escrachando (sin que don Pablo ponga a estos escraches ningún inconveniente) pero ella sigue a lo suyo. En Málaga hasta en esto hemos tenido mala suerte, por ahí en C´s tienen a Arrimadas y a nosotros nos mandaron a Cassáa. ¿Qué habremos hecho de malo?
En el capítulo de lo pintoresco, yo creía que íbamos al frente de lo impresentable, teniendo concejalías hechas a medida de las personas “elegidas”, algunas de sonoros nombres como la de “Sostenibilidad Medioambiental», o la aun más rimbombante de “Derechos Sociales, Participación Ciudadana, Inmigración y Cooperación al Desarrollo, Igualdad de Oportunidades”, o ministerios como el “de la Transición Ecológica”, pero, ¡ay!, en Venezuela nos han echado la pata. Hay (lo he leído tarde en un Semanal atrasado) un “¡Viceministerio de la Suprema Felicidad Social del Pueblo!” ¡Toma ya! Eso no hay quien lo supere.
Bien dejando eso, ahora vamos a cerrar la Semana Santa de 2019, la del Nefasto RO. Con el amontonamiento de Cofradías pasando por la Plaza, que simbolizo en una foto, la Tribuna casi permanentemente vacía, mientras en otras lugares no había sillas para los abonados que pagan, y la tradicional, la última de la última, Mª Stma. de los Cielos, desapareciendo de mi vista.
Como resumen, para mí ha sido el entierro de casi todas las tradiciones. Se han inventado una SS nueva, a mayor honra y gloria de los que mandan. Lo que antes era una semana de concordia, ahora ha sido una de enfrentamientos, discusiones y afrentas. Naturalmente todo esto, para el pueblo llano, para los “Elegidos”, los dirigentes y amigos, todo han sido rosas y azahares. Para todos no es igual,
Ya el mismo sábado, para confirmar lo que ya dije con anterioridad al evento, empezó la Operación Peloteo. En los medios locales afines o afectos, todo era maravilloso. Yo por mi parte de lo que sí me congratulo es de mi visión de futuro, para ello copio literalmente lo que dije en la Tertulia Radiofónica del 21 de Marzo en COPE; “cuando la de este año termine, la maquina ensalzadora empezará a funcionar y todo serán felicitaciones y parabienes por lo bien que se ha hecho todo. A los problemas se los llamará ‘pequeños desajustes’, y a los que digan que no les ha gustado… a esos, se les condenará al ostracismo mediático y la defenestración para cargos oficiales… y a otra cosa”. Es lo que ha pasado, ahora se habla de esos pequeños desajustes, se exime de responsabilidad a todos los que intervinieron en el desaguisado, y se diluyen sus responsabilidades haciéndolas “decisiones entre todos”. Lo dicho, aquí, nadie se hace responsable de nada malo, sólo a los triunfos le salen padres, y si hace falta… se fabrican los triunfos. Por supuesto, de la última parte, al ser yo de los que dicen la verdad, algunos conocidos evitan preguntarme mi opinión… porque saben que se la voy a dar. Por eso, ahora, no me arriman un micrófono ni a mil metros de distantica. Allá ellos con su conciencia, venderse por unas invitaciones o unas copas, es venderse muy barato. La Verdad con mayúscula es otra cosa más importante.
Al leer hoy que en tiempos de Isabel II a los borrachos y lo que alborotaban se los llevaban a la Plaza de la Constitución y les hacían “beber ocho litros de agua”, me pregunto; “y a estos que han “tomado al asalto” la Plaza de la Constitución y hasta se montan su ambigú, ¿cuántos hectolitros de agua se les debería hacer beber?”
Hasta mañana. Pepeprado